Unha polémica decisión tiñe de intolerancia a Caritel

Manifestación de apoio á familia xitana aloxada en Caritel

Un grupo de persoas reuníronse o 30 de abril para manifestar o seu apoio á familia xitana realoxada en Caritel como consecuencia da súa obrigada saída da infravivenda que ocupaba no poboado xitano do Vao en Poio. A presenza desta familia xitana desatou un conflito entre os veciños de Ponte Caldelas, en especial, do lugar de Caritel. Se ben é certo que o realoxo estivo moi mal plantexado, esta familia está soportando con moita frecuencia o rexeitamento sistemático e a intolerancia dalgúns veciños, converténdose na víctima dun proceso mal levado pola xustiza e polos políticos implicados.

O vídeo que aparece colgado merece unha ollada. As intervencións ben merecen unha reflexión colectiva.



O vídeo recolle a reacción contra a dinámica na que se meteu a cidadanía de Caritel dende hai un par de meses. Como se recolle na nova do FARO de VIGO a indignación dos veciños medrou cando constatan que as decisións políticas tomadas dan un trato diferente aos realoxos de Monteporreiro fronte ao de Caritel. O interese do contido desta nova fai que a reproduza na súa integridade. A partir de aquí xulga ti mesmo.

Caritel inicia concentraciones ante las viviendas de realojados de O Vao

Concentraciones diarias en las inmediaciones de las viviendas ocupadas por los chabolistas de O Vao, recogida de firmas en toda la provincia en contra de los realojos y solicitar entrevistas con los responsables de Vicepresidencia de la Xunta y Concello de Poio, son algunas de las medidas aprobadas ayer por los vecinos de Caritel, en una asamblea general para estudiar las nuevas acciones contra el realojo de las familias de O Vao en esta parroquia.
Estas medidas se vienen a unir a las ya aprobadas anteriormente, como la manifestación prevista para el próximo 1 de marzo, y son una consecuencia de que Vicepresidencia, la Consellería de Vivenda y el Concello de Poio hayan emprendido soluciones para el barrio pontevedrés de Monte Porreiro, por la gran presión social originada, pero no para Caritel.
Los vecinos de Ponte Caldelas están dispuestos a demostrar que pueden crear tantos problemas a la administración autonómica como los afectados de Pontevedra, hasta conseguir evitar los realojos en esta parroquia.
Arropados por diversos habitantes de Ponte Caldelas y de municipios cercanos, los vecinos de Caritel se reunieron ayer en el Centro Cultural de la parroquia para estudiar la situación y demostrar nuevamente su repulsa frente a la "irregular decisión del Ayuntamiento de Poio y la Xunta de realojar varias familias gitanas procedentes del poblado chabolista de O Vao".
El portavoz de los vecinos, Javier Sánchez, apuntó que Caritel ofrece ahora mayor rechazo a la decisión de la Xunta, a consecuencia del "trato discriminatorio" dispensado a Ponte Caldelas, al haber anunciado "informalmente" la marcha atrás en los realojos realizados en el barrio pontevedrés de Monte Porreiro.
"Si bien tal hecho supone un ligero avance en la resolución del conflicto, por lo que conlleva de reconocimiento de la anómala actuación administrativa, el trato desigual entre Pontevedra y Ponte Caldelas ha provocado mayor repulsa por entender que responde exclusivamente al interés partidista de los responsables de Vicepresidencia de la Xunta y concellos de Poio y Pontevedra de salvar el conflicto en la capital durante el período electoral". En esta línea se proclamó en la asamblea la consigna "En el medio rural; también somos dignos queremos que nos respeten".
Reacción a la Xunta
En cuanto a las congregaciones pacíficas de personas en las inmediaciones de las viviendas en discordia, los vecinos explicaron que esta acción responde a las "extravagantes manifestaciones" de los responsables de la Xunta, en cuanto a que sólo darán marcha atrás a los realojos en caso de solicitarlos las propias familias desplazadas, tal y como han prometido informalmente en Monte Porreiro.
En ningún caso se persigue -aseguran los vecinos- ningún tipo de enfrentamiento con sus actuales inquilinos. "Únicamente que tomen conciencia del problema originado por la administración con la adquisición de las viviendas a cargo de las arcas públicas al margen de los procedimientos legalmente establecidos y su posterior puesta a disposición de determinadas personas de forma igualmente irregular".