martes, 13 de noviembre de 2007

Resucitan os enfrontamentos de grupos radicais na rúa?

A finais dos anos 70, acabada a dictadura do xeneral Franco, había unha incertidume sobre o futuro político de España. Por un lado, estaban os partidarios de prolongar o sistema franquista, contrario á democracia, na crenza que poderían utilizar facilmente ao rei Juan Carlos. Fronte a estes, os grupos de esquerda vían a ocasión de volver a implantar a República en España. No medio estaba un conglomerado moi variado de tendencias políticas que eran partidarios de chegar a un gran pacto que facilitara a transición dun réxime ditactorial á democracia, pero sen pedir contas ao pasado e baseando o sistema nunha monarquía constitucional. Nese contexto tan difícil eran frecuentes os enfrontamentos na rúa entre seguidores da extrema dereita e xentes de esquerda. O acontecido onte semella ser o síntoma máis claro dunha sociedade enferma que reparte moi mal a riqueza que xera, creando unha masa crecente de descontentos que pasan a militar en grupos violentos para sementar medo entre a poboación. Por desgracia isto xa o vivimos neste país. É unha minoría ou credes que son moitos e ben organizados? Que opinión vos merece esta volta ao peor da natureza humana?. Le o artigo extraído de EL PAÍS.


Incidentes entre neonazis y antifascistas
Asesinado un menor a puñaladas
Un soldado mata en Legazpi a un joven antifascista que iba a reventar una concentración ultra
EL PAÍS - Madrid - 12/11/2007

Fue en la estación de Legazpi. Un joven de 16 años, C. J. P., murió ayer a mediodía tras ser apuñalado en el interior de un vagón del metro en la línea 3. Junto a él, resultó herido de gravedad Alejandro Jonatan M. M., de 19 años, que recibió una puñalada en el pecho que le afectó un pulmón.
Ambos se dirigían, junto con un grupo de otras 20 o 30 personas de ideología antifascista, a reventar una manifestación convocada en Usera por el partido ultraderechista Democracia Nacional. La concentración, bajo el lema Contra el racismo antiespañol, contra la inmigración, estaba autorizada por la Delegación del Gobierno.
Josué E. de la H., de 24 años y soldado de profesión, es el supuesto agresor, según fuentes de la investigación. El hombre, de complexión delgada y 1,80 de altura, subió al vagón en la estación de Plaza de España. Viajaba solo e iba adormilado durante las primeras dos o tres estaciones. Minutos antes de la llegada del grupo, Josué se levantó para ceder su sitio a una pareja de personas mayores. Fue inmediatamente después cuando se cruzó con el grupo antifascista. Algunos de sus miembros se quedaron mirando al soldado, según explicaron personas cercanas a los jóvenes apuñalados.
Éste, al sentirse observado, se encaró con ellos y preguntó: "¿Qué miráis?". Entonces, sacó del bolsillo de su chándal un machete de 25 centímetros y se abalanzó sobre el grupo. Apuñaló al menor en el pecho y le alcanzó el corazón. Hirió además a otros tres jóvenes, uno de ellos con carácter grave, que fue trasladado al hospital 12 de Octubre y operado de urgencia por la puñalada que recibió en el pulmón. Anoche estaba fuera de peligro.
Tras consumar su agresión, Josué escapó escaleras arriba hacia la salida de la estación. Detrás, el grupo de antifascistas. Uno de ellos consiguió herirle. Ya en la calle, agentes de seguridad de Metro y policías nacionales, advertidos de los altercados ocurridos en el andén, lograron detenerle y reducirlo. Fue trasladado a la clínica de la Concepción, con pronóstico leve.
Durante más de tres horas, la policía mantuvo cortado un tramo de aproximadamente 200 metros del paseo de las Delicias, donde se levantó un hospital de campaña en el que fueron atendidos todos los heridos, incluido el fallecido, al que durante 30 minutos intentaron salvar la vida los facultativos del Samur.
A pocos metros de allí, entre la plaza de Julián Marías y la glorieta de Cádiz, se estaba desarrollando la manifestación convocada por el grupo ultraderechista. Hacia allí se dirigieron unas 300 personas "con actitud hostil hacia los manifestantes", según fuentes policiales. Eran de ideología antifascista y mantuvieron un enfrentamiento con los agentes de policía que salieron a su encuentro para evitar que se mezclaran con los manifestantes.
En el choque resultó herido un agente y un vehículo policial quedó dañado por efectos de un cóctel molotov. Hubo cuatro detenidos, tres de ellos menores e integrantes del grupo antifascista. El cuarto detenido, José Antonio M. de la H., de 37 años, era uno de los participantes en la manifestación.
El menor fallecido fue trasladado pasadas las tres de la tarde al Instituto Anatómico Forense. Hasta allí se desplazaron su madre, Mariví, y su abuela. Llegaron visiblemente afectadas y acompañadas de sanitarios y psicólogos del Samur, que las atendieron durante el reconocimiento del cadáver. Ambas salieron antes de las siete en un coche de unos vecinos que acudieron a recogerlas. Uno de estos vecinos explicó que el menor era hijo único y vivía con su madre, que está separada, y su abuela en Vallecas. "No pertenecía a ninguna asociación ni militaba en ningún grupo", precisó el vecino. La autopsia se practicará hoy, según confirmó una portavoz de la Comunidad de Madrid.
Tras la agresión, cientos de jóvenes de ideología izquierdista y antifascista se convocaron mediante mensajes de móviles a una concentración por la tarde en la Puerta del Sol. Querían mostrar su repulsa por lo que consideraban "un atentado fascista". "Aquí no ha habido un enfrentamiento entre bandas ni nada de eso, ha habido un grupo nazi que pretendía provocar en el barrio de Usera con una manifestación racista y ha habido una reacción de los vecinos", explicó ayer a las puertas del hospital 12 de Octubre un amigo del menor apuñalado, que esperaba noticias de otro, herido en un pulmón.
Alrededor de 600 personas se congregaron en Sol más de una hora para condenar el asesinato al grito de "¡Hermano, nosotros no olvidamos!" -en referencia al menor muerto-, "¡A por ellos como en Paracuellos!" o "Madrid será la tumba del fascismo". La concentración se desarrolló sin altercados, pese a que un grupo de manifestantes intentó cortar el tráfico.
Políticos y organizaciones no gubernamentales reaccionaron ayer a los altercados vividos por la mañana. El consejero de Justicia y Administraciones Públicas y presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, condenó los hechos que "rompen el espíritu de Madrid como comunidad abierta, solidaria e integradora, donde cabe absolutamente todo".
El Movimiento contra la Intolerancia pidió a la Delegación del Gobierno de Madrid que prohíba las próximas movilizaciones "racistas y xenófobas" que estén previstas en la ciudad. "No ha habido un choque entre bandas, sino una manifestación xenófoba que ha sido respondida por los vecinos del barrio y por los jóvenes", manifestó su presidente, Esteban Ibarra, que considera que el Ejecutivo central "se equivoca" al autorizar estas protestas que "suelen acabar en altercados, en violencia y en situaciones muy graves".
El menor fallecido ayer eleva a ocho el número de muertos a manos de grupos radicales, ultras, skinheads o neonazis en España desde el año 1991, cuando un travesti fue asesinado en Barcelona, informa Efe. Tres de ellos murieron en Madrid.

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